El bien y el mal están entre nosotros: puedes escoger
Índice
Objetivos
La libertad del hombre
Nuestra vida
Iluminación de la vida
Actividad y compromiso
Objetivos
Reconocer desde la experiencia que el bien y el mal son dos realidades que siempre están presentes en la vida y somos responsables al elegir.
Experimentar que elegir el bien da la paz y ayuda a crecer como persona.
A partir de las enseñanzas de Jesús, aprender a identificar que el mal es decir NO a Dios, a la vida, al hermano, y que esto es el pecado, personal y social.
La libertad del hombre
"La libertad es el poder de obrar o de no obrar y de ejecutar así, por sí mismo, acciones deliberadas. La libertad alcanza su perfección, cuando está ordenada a Dios, el supremo Bien. La libertad caracteriza los actos propiamente humanos. Hace al ser humano responsable de los actos de que es autor voluntario. Es propio del hombre actuar deliberadamente. La imputabilidad o la responsabilidad de una acción puede quedar disminuida o incluso anulada por la ignorancia, la violencia, el temor y otros factores psíquicos o sociales. Para ser libres nos libertó Cristo (Ga 5,1)". Cfr Catequismo de la Iglesia Católica, n° 1744-1748.
Guía del encuentro
Nuestra vida
Las normas y leyes están para proteger el bien y la integridad de la persona. Jesús resumió los diez mandamientos en uno: "Amar a Dios y al hermano como a sí mismo". Sin embargo no siempre es así.
El bien y el mal están con nosotros y en cada momento tenemos que elegir. No significa que es lo mismo elegir una cosa u otra, decidir si me pongo una playera u otra. Significa que el bien y el mal siempre están con nosotros y en cada momento teneos que hacer elecciones.
"¡Ay de los que llaman bien al mal y mal al bien, que toman la oscuridad por luz y la luz por oscuridad, que consideran a lo amargo dulce y a lo dulce amargo!" (Isaías 5, 20).
Iluminamos nuestra vida
El bien y el mal a veces se parecen. Debemos estar vigilantes. Jesús conto una Historia sobre el bien y el mal.
El enemigo del Reino: Parabola de la cizaña y el trigo (Mateo 13, 24-30).
"El reino de los cielos es como un hombre que sembró semilla buena en su campo. Pero, mientras la gente dormía, vino su enemigo y sembró cizaña en medio del trigo, y se fue. Cuando el tallo brotó y aparecieron las espigas, también apareció la cizaña. Fueron entonces los sirvientes y le dijeron al dueño: Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿De donde le viene la cizaña? Les contestó: Un enemigo lo ha hecho. Le dijeron los sirvientes: ¿Quieres que vayamos arrancarla? Les contestó: No; porque, al arrancarla, van a sacar con ella el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha. Cuando llegue el momento, diré a los cosechadores: Arranquen primero la cizaña, y en atados échenla al fuego; luego recojan el trigo y guárdenlo en mi granero".
Nacemos en un mundo en el que existe el mal: errores, mentiras, enfermedad, hambre, miseria, violencias, guerras, secuestros, muertes de inocentes, crímenes crueles e inhumanos, sufrimiento, dolor y lagrimas. ¿Quién tiene la culpa de esos males? ¿Es una sola persona o toda la comunidad? Podemos decir que ya nacimos contaminados por el mal de la humanidad. Es una fuerza que está en toda persona humana. San Pablo habla claramente de la lucha que lleva en su interior: quiere el bien, pero no lo hace. Hace el mal que no quiere hacer (Romanos 7, 14-20)
Pero somos también bendecidos por el bien y el amor que irradian de las personas buenas, vivas o ya fallecidos. Cada uno de nosotros puede transmitir una fuerza positiva: esperanza, alegría, fe. Es la santidad presente en el mundo, amado y salvado por Dios, a través de Jesucristo. En todos nosotros existe "el santo y el pecador", el bien y el mal. Es que ser bueno o ser malo, ser bendecido o maldito, ser Abel o ser Caín, depende en gran parte de nosotros, de nuestra capacidad de ser libres para escoger entre el bien y el mal. Escoger el mal es pecar, es no vivir en el amor y esto nos hace daño. Impide que crezcamos como personas.
Rezar el Padrenuestro. En el Padrenuestro, la oración de Jesús, hay una parte en la que pedimos a Dios ayuda contra el poder del mal.
Actividad y compromiso
- Violencia
- Drogas
- Discriminación
- Venganzas
- Contaminación
- Desempleo
- Rancor
- Peleas
- Vicios
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